MANTENIMIENTO DE LA LLANTA

Entender la presión de la llanta

Nada es más importante que un inflado adecuado cuando hablamos de la seguridad y el desempeño de sus llantas. Inflar las llantas por encima o por debajo de la presión especificada puede provocar distintos problemas, como el desgaste prematuro y un manejo peligroso. Por lo tanto, saber cómo mantener las llantas infladas adecuadamente es sumamente útil para su duración y rendimiento. Comencemos.

La presión de inflado de las llantas y por qué es tan importante

Las llantas no pueden rendir al máximo a menos que estén correctamente infladas. Con la presión de inflado correcta y un mantenimiento adecuado del vehículo, su auto y sus llantas funcionarán armoniosos en un muy buen manejo. Mantener las llantas infladas correctamente significa:

  • Conducción más segura
  • Mayor vida útil de la banda de rodamiento
  • Mejora en el rendimiento del combustible del vehículo

La maniobrabilidad, el remolque y el transporte también se ven afectados por la presión de inflado de sus llantas.

Los problemas de sobreinflado y subinflado

Cada vehículo tiene un nivel de presión de inflado recomendado para sus llantas, dado en libras por pulgada cuadrada (psi) o kilopascales (kPa). Puede encontrar esta recomendación en la placa de la llanta, la etiqueta de certificación o el manual del propietario de su vehículo. Si la presión de inflado de las llantas es superior o inferior a la recomendada, esto afectará sus llantas y su conducción.

El subinflado provoca una acumulación excesiva de calor que puede provocar fallas en las llantas, incluida la separación de la banda de rodamiento/correa. Además, manejar con llantas desinfladas puede desgastar los hombros exteriores de la banda de rodamiento más rápido que lo normal.

El sobreinflado es más probable que provoque cortes, pinchazos o daños en las llantas causados por un impacto repentino con un bache, un bordillo o escombros. El sobreinflado también hará que el centro de la banda de rodamiento se desgaste más rápido de lo que debería.

Controle la presión de inflado para evitar problemas

La clave para mantener la presión de inflado adecuada de las llantas es monitorear regularmente las llantas. Es una buena idea controlar la presión de inflado, incluso de la llanta de repuesto, al menos una vez al mes y antes de emprender viajes largos. Aquí hay algunas cosas que debe saber sobre cómo verificar la presión de inflado de las llantas:

  • Verifique la presión de inflado de las llantas cuando no hayan sido conducidas durante varias horas y hayan tenido tiempo de enfriarse
  • La presión de inflado de las llantas aumentará varios PSI durante la conducción y un período de tiempo después de conducir mientras las llantas se enfrían. Verificar la presión de inflado de las llantas en este momento puede dar lecturas de presión engañosas
  • Las llantas también perderán presión de inflado debido a las condiciones climáticas más frías. Una caída de temperatura de 10 grados Fahrenheit provocará una pérdida de 1-2 PSI en sus llantas.

Sistemas de monitoreo de la presión de la llanta (TPMS)

Los sistemas de monitoreo de presión de la llanta ofrecen formas prácticas de medir la presión de inflado de las llantas pero usted no querrá confiar solamente en un TPMS. Algunos sistemas de monitoreo tienen limitaciones como:

  • Detección: algunos sistemas solo monitorean diferencias de presión de inflado entre las llantas. Por lo tanto, es posible que no detecte una presión de inflado baja si el aire de sus llantas disminuye al mismo ritmo.
  • Advertencia de presión baja: puede que algunos sistemas no le adviertan que la presión de inflado de las llantas es baja y puede caer a un 25% por debajo de las recomendaciones del fabricante del vehículo antes de que se lo indique.
  • Advertencia de pérdida rápida de presión: es posible que algunos sistemas no le adviertan sobre una pérdida rápida de la presión de inflado en una sola llanta.

Debido a las limitaciones enumeradas anteriormente, debe verificar la presión de inflado de todas las llantas, incluida la de repuesto, al menos una vez al mes con un medidor de llantas.